Desde temprana edad, Sofi Palacios (28), encontró en la música una pasión profunda, influenciada en gran parte por su entorno familiar. Las reuniones eran siempre un escenario de melodías, donde la guitarra resonaba como parte esencial de cada encuentro. Este ambiente musical la inspiró a subirse a un escenario por primera vez el 9 de julio de 2005. “Y desde ese momento, como se dice, no me bajé nunca más”, expresó la Niña del Monte, nombre artístico que escogió durante la pandemia, un periodo que le permitió conectar profundamente con su esencia y el significado que la música tenía para ella. Así, «Niña del Monte» se convirtió en un reflejo de su identidad y su conexión con la naturaleza y la autenticidad.

Actualmente, Sofi e Hilario Baggini forman el dúo Don Hilario y Niña del Monte, y están llevando a cabo un tour por Italia. Este proyecto incluye 40 conciertos en dos meses, cada uno en un lugar único y con una atmósfera especial. «Cada lugar tiene su magia, así que me siento realmente feliz», añadió la cantante.

– ¿Cómo surgió la elección de tu nombre artístico «Niña del Monte»?

– En la situación de encierro en la que nos encontrábamos por el COVID, pude, verdaderamente, regalarme tiempo para conocerme como artista. No quería más un nombre y apellido que me representaran, sino algo más holístico, amplio e integrador. «Niña del Monte» es justamente el reflejo de lo que la música representa para mí. «Niña» por el juego, la diversión, lo genuino, sano y transparente. «Del Monte» por el lugar en el que habito, mi hogar, del cual, de cierta manera, soy una guardiana.

En ese momento, estaba en Alpa Corral escribiendo diariamente muchas canciones. Allí salieron cosas muy lindas, entre ellas, un proyecto visual que se llama «Postas», donde se pueden ver lugares que hemos recorrido con Don Hilario en el sur de Córdoba y que recrean un poco la historia de esos sitios que quizás no conocemos y están a la vuelta de casa. Me empecé a acercar mucho más al monte. Inclusive, tengo un refugio de montaña al pie de un cerro, así que también me dedico a ser guía de montaña.

– Además de la influencia que tuvo tu familia en este camino que estás transitando en la música, ¿hay algún artista o grupo musical que te haya influenciado?

– Hubo muchos artistas que me han influenciado y que tienen que ver con la etapa que estaba atravesando. Cuando arranqué, escuchaba mucho a Tamara Castro, Ginamaría Hidalgo, María Elena y Horacio Guaraní. Como participaba mucho en eventos de folclore, también escuchaba a grandes como el Chaqueño Palavecino, Los Nocheros y Jorge Rojas. Ahora, considero como influencias a cantantes que me han dado apertura a encontrar otros sonidos con la voz, como Silvia Pérez Cruz, Rozalén, Dulce Ponte y Lila Downs. Estoy muy volcada a escuchar voces femeninas; es lo que hoy me interesa. Asimismo, la identidad de estas mujeres fuertes y empoderadas me atrae mucho.

– ¿Hay alguna canción en particular que disfrutes mucho interpretar? ¿Qué la hace especial para vos?

– Los artistas tenemos lo que consideramos, entre comillas, el caballito de batalla. Es decir, canciones que resumen de alguna manera lo que somos en ese momento. Hace un tiempo atrás, cuando me dedicaba particularmente a cantar folclore tradicional argentino, mi canción era «Recital a la Paz» de Horacio Guaraní. Hoy en día, son otras canciones que tienen también un compromiso social e histórico.

Considero que el artista puede ir creciendo y tomando rumbos diferentes, pero sin perder la esencia. Nosotros somos puentes, mensajeros de algo más grande. En el momento que estamos interpretando una obra dejamos de ser, en este caso, Sofía, para sumergirnos por completo en la historia.

Actualmente, me interpela mucho «Bella Ciao», una canción italiana que siempre hacemos con Hilario al final de nuestra presentación. En particular, me genera una emoción muy grande por su origen relacionado con el movimiento de los campesinos, los trabajadores de la tierra, de quienes no se pueden expresar; es un mensaje de movimiento, que representa un grito social que debemos comunicar para lograr una transformación social desde el arte y con amor. El rol del artista debe ser también educar; traer a la memoria nuestra esencia como pueblo.

– Teniendo en cuenta tu camino por la música hasta ahora, ¿cuál considerás que fue el momento más memorable o emocionante que experimentaste?

– La verdad que tengo muchísimos momentos memorables que se van recopilando en anécdotas, recuerdos y situaciones que realmente te emocionan y trasladan en el tiempo a un aroma, sonido, una persona, un abrazo, la mano de alguien que está emocionado y te expresa su agradecimiento.

Lo que se me viene ahora y creo que fue uno de los momentos más fuertes que vivimos con Hilario fue nuestra participación, en noviembre del año pasado, en el Mundial de Montreal en Canadá, donde de 300 artistas del mundo, solo fuimos seleccionados 30 para representar a cada país.

En este caso, nosotros representamos a Argentina y a Latinoamérica porque solo había dos artistas de Latinoamérica en esta expo musical, la más grande del género World Music donde van productores de todo el mundo. Realmente fue una experiencia emocionante y me sentí muy agradecida a la vida por haberme puesto en ese lugar. Nunca vi un nivel tan alto de artistas. Ahí te das cuenta de lo grande que es el mundo, la diversidad y el talento que hay disperso por todos los rincones. Con estas vivencias, uno se da cuenta de que todo el esfuerzo, la perseverancia, el trabajo en equipo, la constancia y el amor por lo que uno hace tiene sus frutos. También te da energía para seguir trabajando, mejorando y abriendo nuevos espacios para hacer el bien, para ser un instrumento de amor y de emociones lindas para la gente que nos escucha.

– En este momento están de tour por Italia con Hilario. ¿Podés contarnos sobre esta experiencia?

– Es la segunda vez que estamos de gira con Hilario en Italia. Es una experiencia realmente increíble y hermosa. Tengo la posibilidad de estar acompañada de un músico y productor con muchos años de trayectoria. Él vivió 17 años en Italia y realmente es muy lindo ver el amor de su gente y de nuevos públicos que van llegando a los diferentes escenarios en los que nos presentamos.

También hacemos conciertos al alba, donde 300 personas se levantan a las 5 de la mañana para ir frente al mar, ya que estamos en la zona de Rimini, y escucharnos. Tocamos en Siena y Roma. Además, participamos en conciertos importantes como el Maratea Jazz y el Emilia Romagna Festival. La repercusión en la gente es hermosa y te da muchas ganas de seguir sembrando y poniendo toda la energía porque son 40 conciertos en dos meses.

Para este año, asimismo, traemos una nueva propuesta musical con el dúo que es un homenaje a Mercedes Sosa con Andrés Langer en el piano, Martin Díaz en guitarra y Don Hilario en vientos, charango y ronroco.

– Mencionaste que sos guía de montaña en Alpa Corral, ¿cómo surge esta iniciativa y cómo se lleva a cabo?

– Hago una actividad independiente que se llama Cerro Blanco Experiencias, un trekking de montaña que se realiza en la estancia La Aguada. Es una actividad turística y educativa que está dirigida no solamente a los visitantes de Alpa Corral, sino también a colegios que necesiten tomar conciencia del monte natural, de toda la historia y las riquezas que tenemos a nivel de patrimonio cultural y natural.

Además, llevo a clubes deportivos que quieren hacerlo, pero con otro nivel de exigencia física. El establecimiento de La Aguada comprende tres cerros principales que tienen sus diferentes intensidades y duraciones. Por lo general, se le brinda a quienes asisten un almuerzo serrano frente a un río hermoso, cristalino, virgen. Como soy cantante, siempre les canto alguna canción que tiene que ver con todo lo que pasó en el trayecto, en ese transcurrir. Me da orgullo poder ser una nativa que defiende el lugar donde nació y que se permite enseñarle a quienes nos visitan todas las cosas lindas que tenemos y que, por sobre todas las cosas, hay que cuidarlas