Nota de tapa
“El pole me ha enseñado lo mucho que puedo lograr si me lo propongo, me desafía constantemente, me da satisfacciones y enseñanzas todo el tiempo”
Carla Gargiulo descubrió el pole en el año 2020, disciplina que rápidamente se convirtió en su gran pasión. Tres años después, su esfuerzo fue recompensado al obtener el segundo puesto en el Campeonato Argentino de Aéreos en Buenos Aires, un inolvidable logro para su primera competencia
Carla Gargiulo (30) desde su infancia, fue una persona inquieta y curiosa, lo que la llevó a explorar una gran variedad de actividades. Se interesó por aprender idiomas, incursionó en múltiples deportes y se dedicó a diferentes tipos de manualidades. Sin embargo, en el ámbito deportivo, su entusiasmo solía ser efímero, durando apenas unos meses antes de abandonar.
Todo cambió el 31 de septiembre de 2020, cuando Carla probó el pole por primera vez, transformándose rápidamente en una pasión que la atrapó por completo. El año pasado, decidió inscribirse en el Campeonato Argentino de Aéreos en Buenos Aires; su esfuerzo y dedicación le llevaron a obtener el segundo puesto. “El resultado le dio el broche de oro a toda la experiencia. No voy a mentir diciendo que era lo mismo sacar medalla o no, pero, para mí, estar ahí y completar la coreo frente a jueces de Sudáfrica, México y Argentina ya fue un montón” dijo Carla.
– ¿Cómo fue la experiencia en el Campeonato Argentino de Aéreos que se desarrolló en Buenos Aires?
– El campeonato fue un gran desafío que implicó un entrenamiento firme de varios meses. Estar en Buenos Aires, en el Parque Olímpico de la Juventud, rodeada de atletas de todo el país y de Brasil fue una locura para mí.
Al ser organizada por la Federación Argentina de Pole Sports y Aéreos y, además, por ser una instancia clasificatoria al mundial en Suecia, que se llevará a cabo a fines de octubre, fue súper exigente. Todo el campeonato en sí te obligaba a tomarlo profesionalmente, con pasos burocráticos y exigencias a niveles de otros deportes, no sólo una expresión artística.
Y el resultado fue una verdadera inyección de motivación para seguir creciendo.
– ¿Cómo te preparaste específicamente para la competencia? ¿Quiénes te acompañaron durante este tiempo?
– Hace bastante tiempo que me tomo este deporte desde un enfoque integral, complementándolo con ejercicios de fuerza en el gimnasio, con nutricionista y kinesióloga. También tomo clases de amplitud de movimiento y obvio de pole.
En cuanto a quienes me acompañaron durante mi preparación no se modificó tanto a los actores que habitualmente lo hacen. Sí fue sentarme a charlar con todos ellos sobre este objetivo que me planteé para que cada uno, desde lo suyo, ajustara lo que creyera conveniente.
Mi familia, amigos y novio me acompañaron en todo momento, son de oro. Soy una afortunada de poder compartir todo esto con ellos porque me brindan el apoyo emocional que es sumamente importante cuando se acerca algo desconocido que trae tantos miedos y nervios.
– ¿Cómo fue la elección del traje y de la canción?
– En esto fueron claves Camila y Carolina, 2 amigas que tengo desde que éramos bebés. Cami, diseñadora de indumentaria, se encargó del traje tanto de este año como el de la competencia a la que fui el año pasado. Ellas son hermanas y yo soy la tercera hermana, pero de otros padres (se ríe). Que una de mis mejores amigas me hiciera el traje es un acto de amor hermoso, lo hace muchísimo más especial.
Además, fue muy lindo el proceso de ir eligiendo la canción con ellas, charlar sobre qué nos transmitía, leer juntas el reglamento para no infringir alguna regla y que me restaran puntaje.
– ¿Recibiste algún feedback o consejo valioso de los jueces o de otros competidores?
– ¡Si! Fueron 3 días de charlar con otras atletas y coaches de todos lados e ir escuchando cómo cada una fue armando sus coreos. Esta competencia es una cuestión de estrategia pura. Tenés el reglamento con los criterios de cada figura, el puntaje, las posibilidades de bonificaciones, entre otras cosas. Cada participante arma su presentación según lo que le queda más cómodo y siempre está bueno escuchar otras formas.
A su vez, te entregan una planilla con tu puntaje donde te dice cómo te fue en cada uno de los criterios en los que te evalúan. Eso es súper valioso para ver en qué hay que reforzar más el trabajo.
– ¿Podrías compartirnos una anécdota memorable de tu participación en el campeonato?
– Como anécdota, debido a que soy una persona bastante despistada hay unas cuantas perlitas… Lo que más destaco es el compañerismo y la solidaridad de otras atletas. Por ejemplo, un rato antes del horario en que te toca pasar, está la prueba de barras, donde tenés un minuto para probar el grip o agarre, practicar rapidito algo que te cuesta un poco más, etc. En ese momento, no podés estar con tu traje de coreo, aunque falte una hora para que te toque, si o si tenés que ponerte otra ropa porque nadie puede ver tu traje hasta que sea tu presentación. Yo eso no lo sabía y estaba a punto de hacerlo, ¡lo que podía resultar en una penalización y que me descuenten puntaje! Una atleta elite me vio, me lo informó, me trajo un short y un top suyo para que me pusiera.
Ella misma también consideró que el ganchito de mi top podía desprenderse así que consiguió hilo y aguja y me lo cosió. ¡Una genia! Es una atleta elite de Buenos Aires que ni me conoce y se puso la 10 sin dudarlo.
– Tras tu participación en el campeonato, ¿te fijaste algún objetivo o meta nuevo?
– Mi objetivo a largo plazo es ser atleta elite. Mientras tanto, tengo muchos objetivos a mediano y corto plazo como figuras o movimientos específicos que aún no me salen. El año que viene volveré al Campeonato de Aéreos para seguir compartiendo esto que tanto me gusta.
En el camino, nunca me voy a cansar de agradecer a Mati Molina y Cande Odetti, mis entrenadores, por creer en mí y ayudarme en cada clase a ser una mejor atleta.
– Para finalizar, ¿qué significado tiene, actualmente, en tu vida, el pole?
– Para mí es una parte muy importante; te diría que mi rutina en general la pienso en torno al deporte. No es una opción faltar a un entrenamiento por alguna juntada con amigos, es como que el resto de compromisos los acomodo en torno al entrenamiento. Es una forma de amor propio y de compromiso con lo que elijo para mi vida hoy. Me ha enseñado lo mucho que puedo lograr si me lo propongo, me desafía constantemente y me da satisfacciones y enseñanzas todo el tiempo.
PH: Leo Perez @fotografiabestshot