Feria del libro Juan Filloy 2024
“Se trata de una ficción que lleva un mensaje para interpelar al lector; para cuestionar la sociedad en la que vivimos”
José Ignacio Prado presentó su primer libro ‘El juez y el pescador’. Ambientada en Córdoba y Buenos Aires en 1997, la obra mezcla realidad y ficción. Con planes de escribir un segundo thriller político, Prado se muestra entusiasmado por explorar nuevas narrativas

El abogado riotercerense José Ignacio Prado (39) presentó, el lunes 7 de octubre, en el Auditorio de la Feria del Libro, su primera novela: El juez y el pescador. Ambientada en Córdoba y Buenos Aires en 1997, la obra mezcla realidad y ficción, inspirada en los turbulentos acontecimientos de la década de los 90. “Si bien yo era muy joven en la década de los 90, tengo recuerdos muy nítidos de esa época; y muchos de los hechos que ocurrieron fueron la gran fuente de inspiración de esta novela. Fueron tiempos turbulentos para nuestro país y para el mundo”, manifestó Prado.
Además, sobre una de las razones que inspiró su libro, dijo: “Quise usar esta novela como un canal de transmisión de ciertos valores. No se trata de una ficción que busque tan solo entretener, sino que lleva un mensaje para interpelar al lector; para cuestionar la sociedad en la que vivimos”.
– ¿Qué te llevó a dar tus primeros pasos en el mundo de la escritura de ficción?
– Hubo muchos motivos. Siempre fui un apasionado por la escritura, desde adolescente. De hecho, esta novela comencé a escribirla a los 19 años, mientras estudiaba Comunicación Social. Luego cambié de carrera y dejé ese hobby de lado.
Después de transitar un proceso de búsqueda personal recordé lo que disfrutaba escribir, asique retomé el proyecto y lo reescribí. La decisión de publicarlo tuvo que ver con el impacto emocional que fue para mí la noticia del embarazo de mi esposa. Quería dejarle a mi hija ese legado: de siempre buscar hacer lo que a uno le hace feliz.
– ¿Cuál fue el mayor obstáculo que enfrentaste durante la escritura? ¿Cómo influyó tu carrera como abogado en el desarrollo de esta obra?
– Creo que lo más difícil fue desarrollar personajes verosímiles, con virtudes y defectos, que puedan diferenciarse unos de otros. No quería caer en la caricaturización de los personajes, sino que busqué que se perciban como personas de carne y hueso. En esta novela hay muchos puntos de vista y el desafío era que el lector logre conectar con cada uno de ellos, que pueda entenderlos y empatizar.
Mi profesión ha sido de gran influencia. Yo no me dedico al derecho penal, pero tengo muchos colegas a los que les he ido haciendo consultas. Pero el desarrollo de la trama no se limita a una investigación penal, y hay muchos detalles que pude desarrollar gracias a mi profesión. Por otro lado, hay partes en que se me hizo muy difícil desarrollar la trama respetando fidedignamente los principios del derecho privado; la solución que encontré fue que se trate de una ficción.
– Ahora que ya lanzaste tu primer libro, ¿tenés planeado escribir otros próximamente?
– Entre que terminé el manuscrito y edité esta primera novela comencé a escribir una segunda. Se trata de un thriller político que nada tiene que ver con “El juez y el pescador”, ni respecto a la historia, ni tampoco a la estructura. Quería probar versatilidad en la narrativa, y si bien me falta mucho para terminar el borrador, confío en poder dejar una historia interesante para el lector.