Por Alberto Sánchez

Los menores y el acceso a internet

Juan conoció por Facebook a una mujer que lo dejó impactado. Entablaron relación virtual y días después decidieron verse personalmente. Ella eligió una esquina determinada y él le dijo que llegaría en su auto marca y patente tal. A la hora pactada, Juan llegó a destino, pero la mujer no estaba; en cambio, irrumpieron cuatro ladrones y le robaron el coche.

Jésica es cautivada por la ternura de los textos que le envía quien asegura haber hallado, viendo su fotos y mensajitos, a la mujer de su vida. Pero él no es otro joven sino un viejo pedófilo.

Chicos amigos se sienten atrapados por juegos de internet que, a priori, sin esfuerzo y con un poco de dedicación, les reportará ganancias apetecibles. Después caerán enmarañados en el engaño y deudas enormes.

Nadie está a salvo de hechos delictivos que estallan en las redes, pero lo preocupante es cuando las víctimas son niños y jóvenes. ¿Padres atentos pero desbordados por niños y adolescentes atrapados por el celular?

¿Padres desentendidos porque ellos mismos están pegados al aparatito y, para que sus hijos no los distraigan, le fomentan el uso a toda hora del celu?

Hay de todo, sólo que pueden sobrevenir hechos terribles, como los aborda la nueva serie de Netflix, Adolescencia, que ha traspasado la pantalla como un fenómeno global y llevado al debate de la seguridad en línea y el uso de teléfonos móviles y redes sociales entre los menores hasta el Parlamento británico.

El colega Raúl Bové, de la agencia de noticias EFE, explica que el drama criminal creado por Jack Thorne y Stephen Graham, relata la historia de Jamie (Owen Cooper), un niño de 13 años acusado de asesinar a cuchilladas a una compañera de su colegio y a lo largo de sus cuatro capítulos -rodados en plano secuencia- explora cómo internet impulsa la violencia, el acoso escolar y la misoginia entre los adolescentes.

Más de 24 millones de personas han visto Adolescencia en la última semana. Es el título más reproducido del catálogo de Netflix en todo el mundo. El verdadero éxito de Adolescencia reside en que es una ficción, pero muestra la cruda realidad de lo que está ocurriendo en el mundo. Daisy Greenwell, fundadora de la iniciativa ‘Infancia Libre de Teléfonos Inteligentes’ a la que se han unido más de 100.000 progenitores, comentó que el drama de Netflix muestra de forma brillante los temores que tienen los padres sobre los teléfonos móviles y la pérdida de control sobre el contenido que sus hijos consumen en internet.

No expresan sus emociones

También el ex seleccionador de fútbol inglés Gareth Southgate, afirmó días atrás que los adolescentes son “cada vez más reacios” a expresar sus emociones y acuden a internet para llenar ese vacío, adoptando hábitos “poco saludables” como las apuestas o la pornografía e ‘influencers’ que les engañan para su propio beneficio.

“La serie captura el peor de los escenarios, donde, dentro de tu hogar, tu hijo se ha radicalizado y se convierte en alguien a quien no reconoces. Pese a tus esfuerzos como padre y las horas invertidas en tus hijos puede estar pasando algo en tu casa sin tú saberlo”, alertó Greenwell, que aboga por retrasar la edad para tener móvil hasta los 14 años.

Es inevitable ver los capítulos y no pensar en casos como el de Southport, en el que un joven de 17 años apuñaló a tres niñas de 6 y 9 en una clase de baile en julio de 2024; o cuando hace un mes, un chico de 15 años asesinó con un cuchillo de caza a otro compañero de la misma edad en un colegio de Sheffield. Y esto son solo dos ejemplos.

“Quiero que la enseñen en las escuelas, que la pongan en el Parlamento. Es crucial porque esto sólo va a ir a peor. Es algo sobre lo que la gente necesita hablar, ojalá eso sea lo que pueda lograr la serie”, dijo Daisy.

A la luz de estas declaraciones, el primer ministro británico, Keir Starmer, aseguró en la Cámara de los Comunes que había visto ‘Adolescencia’ con sus dos hijos, de 14 y 16 años: “Esta violencia llevada a cabo por hombres jóvenes, influenciados por lo que ven en línea, es un problema real, es detestable y debemos abordarlo”.

El Reino Unido implementó este año su nueva ley de Seguridad en Línea y, desde el 17 de marzo, las empresas tecnológicas están obligadas a implementar medidas para eliminar rápidamente el material ilegal o potencialmente delictivo de sus plataformas, pues se enfrentan a multas de hasta 18 millones de libras (21,5 millones de euros).

En países como Australia han ido más allá y prohibieron que menores de 16 años utilicen las redes sociales como medida de protección, mientras que, en otros, como Francia o Noruega, el límite de acceso -sin permiso parental- está en los 15.

Como sostiene el diario La Nación, no chatees con desconocidos, ojo con las fotos que subís a Facebook y no entres a esa página, son sólo algunos de los consejos que más reciben los chicos del siglo XXI por parte de sus padres. Lejos parecen haber quedado aquellos clásicos abrigate, no aceptes nada de un extraño y mirá al cruzar.

Es que no hay dudas de que las redes sociales cambiaron el mundo. La conectividad y el estar comunicados las 24 horas, los 365 días, además de facilitar todo, también lo complica todo: cada vez son más los delitos a los cuales se exponen los menores a la hora de encender una computadora y abrir una página de Internet.

Unicef ya lo advirtió en 2011

Hace catorce años, Unicef lanzó el informe Seguridad infantil en Internet: retos y estrategias globales, que analiza los riesgos y desafíos de la red para los niños. En él se estimó que hay más de 16.700 páginas web que muestran imágenes de abusos a niños, de los que el 73% son menores de 10 años.

En un mundo donde la línea que separa el mundo real del virtual es tan delgada, prima proteger a los niños de los riesgos que ambos mundos pueden presentarles. Es justamente con ese objetivo que en la Argentina hay varias ONG que trabajan duro día a día con un único objetivo: concientizar sobre los riesgos de Internet.

«Toda situación en el mundo físico también se da en el mundo digital y de manera potenciada», explicó Miguel Sumer Elias, fundador y director de Informática Legal, ONG que busca educar a la población en seguridad informática.

Con este mismo objetivo Claudio Caracciola dirige International System Security Association en Argentina (ISSA), ONG destinada a brindar educación y prevención sobre los riesgos de Internet en los menores.

«Uno de los principales delitos y de los que más creció durante estos años a través de Internet es la trata de personas y la pedofilia. Esto se debe a que es más fácil para los ladrones ocultarse detrás de las redes sociales, gracias al anonimato y a la manera rápida de poder llegar a las víctimas. Por eso es primordial alertar sobre estas situaciones y enseñarles a los padres cómo prevenir este tipo de sucesos y a los chicos cómo evitarlos», manifestó.

Así, encender una computadora puede ser más riesgoso de lo que parece. Sin ir a casos extremos como la pedofilia, los niños se enfrentan a otros problemas a diario que pueden también ser peligrosos. «Los riesgos más leves están relacionados con robo de información o identidad», advirtió Sebastián Bortnik, presidente de Argentina Cibersegura.

Educar, de eso se trata. Ninguno de los entrevistados dudó en afirmar que, si bien no se pueden erradicar los ciberdelitos que se cometen a diario, sí se puede trabajar para reducir el número de víctimas. Para lograr eso hay que educar no sólo a los niños, sino también a los padres.

Esta fue precisamente la función que varias ONG, entre ellas Argentina Cibersegura e Informática Legal, cumplieron en el Plan Sarmiento -que otorgaba computadoras gratuitas a niños lanzado por el Gobierno porteño en 2011-

«Para poder llevarse una PC, los padres estaban obligados a recibir información sobre los modos seguros de usar Internet», recordó Sumer Elias. «Para nuestra sorpresa, los padres reaccionaron de una manera extraordinaria, con muchas ganas de saber sobre el tema. Yo creo que pasa más por desconocimiento que por falta de interés. Una vez que se interiorizan en el tema se los ve muy interesados», puntualizó Bortnik.

«Nosotros enseñamos a usar Internet de una forma segura y responsable. Las redes sociales están en todos lados y no podemos prohibirles a los chicos que las usen, pero sí podemos hacer que lo hagan de una manera segura», sostuvo.

«No basta con educar a los padres. Supongamos que un padre va a hacer la denuncia sobre un ciberdelito. Lo más probable es que el policía que le tome la denuncia no sepa qué hacer e incluso haya jueces que tampoco sepan qué dice la ley sobre eso. De aquí la importancia de trabajar en conjunto con toda la sociedad», argumentó Bortnik.

«Así como en el siglo XX se incorporó como obligatoriedad en todas las escuelas la educación sexual, es fundamental que en este nuevo siglo la educación sobre los riesgos en Internet también sea obligatoria para todos», sentenció Caracciola.

Para poder prevenir y aconsejar sobre un tema primero hay que conocerlo. Por eso, los entendidos aconsejan a papá y mamá que incursionen en este mundo cibernético y que, por ejemplo, abran una cuenta de Facebook. «¿Cómo vamos a enseñarles a nuestros hijos a usar Internet de manera segura si no sabemos cómo configurar un perfil en Facebook?», subrayó Sumer Elias. Es que, como bien dice un dicho: Si no puedes contra ellos, únete.

Las redes sociales llegaron para quedarse y los padres no pueden mirar para otro lado que no sea el monitor que usan sus hijos.