Muy interesante trabajo realizativo el que propone este director en su primer largometraje. También autor del guion original, la historia que cuenta reúne a una serie de personajes variopinto, los que, por cuestión de azar se encontrarán en una vieja estación de servicio en el medio de la nada, abrumados por un calor agobiante.

Diferentes razones los llevarán a una inesperada coincidencia. Un vendedor de cuchillos que viaja al cumpleaños de su hija, una joven pareja, un matrimonio mayor que desea comer y beber algo, dos hermanos delincuentes que acaban de asaltar un banco, en huida hacia México, un lugareño que, como lo hace habitualmente, pasa por su café como todas las mañanas…

Absolutos desconocidos que detuvieron su marcha allí por una sola y única razón: cargar nafta y seguir viaje lo antes posible. Esto no sucederá debido a que no hay nafta y deberán esperar al camión de combustible que estaría por arribar. Comienza poco a poco una escalada de tensión que va en sostenido aumento, cuando los maleantes deciden tener de rehenes al resto. Consecuencias y actitudes imprevisibles, desencadenarán el caos.

Producción que obtuviera el premio a Mejor Película en el festival de Sitges, destaca con una cuidada puesta en escena, buenos intérpretes, un buen manejo del ritmo narrativo y momentos absurdos, todo ello condensado en un thriller de 90’ que destila humor, violencia, ironía, acción, y unas cuantas sorpresas.

Elpidio Blas