Por María Gisela Constantino. Lic. En Psicología - M.P.7899

Chat GPT y Salud Mental: ¿amigos o enemigos?

En la era de la hipermodernidad y la hiperconectividad nos encontramos recientemente con una nueva herramienta: el Chat GPT. Cuando creíamos haberlo visto todo… ¡chan! Por ello, no hay que perder la capacidad de asombro. Esta novedosa herramienta -sumamente utilizada por adolescentes y jóvenes- nos ayuda, en muchas ocasiones, respondiendo a nuestras consultas y dudas. Sin embargo, me pregunto… esta híper herramienta, ¿nos puede ayudar o brindar respuestas certeras en cuestiones relativas a la salud mental?

Con respecto a esto, innumerables estudios demuestran que el ChatGPT no tiene capacidad diagnóstica de diferentes patologías o enfermedades en el área de la salud mental y, menos aún, para brindar respuestas humanas en cuestiones relativas a padecimientos emocionales o psicológicos. Lógico, ya que estamos hablando de una herramienta de inteligencia artificial nueva carente de cualquier cualidad humana como la escucha empática, atención flotante, diálogo reflexivo, entre tantas otras herramientas que los psicólogos utilizamos en el encuentro, en un espacio privado y seguro con cada paciente. 

Por lo tanto, puedo decir que el ChatGPT  -desde una mirada psicoterapéutica y ética- es cuestionable, no solo porque brinda información general a preguntas formuladas por quienes buscan respuestas específicas sobre sufrimientos o padecimientos singulares, sino que también ofrece sugerencias parciales sin tener en cuenta el mundo psíquico de la persona, el contexto en el cual se encuentra y las relaciones vinculares que tiene, como tampoco posee el conocimiento de las herramientas psíquicas de cada persona. No debemos olvidar que las emociones humanas son contextuales y multifactoriales, lo cual no puede ser analizado por herramientas de inteligencia artificial, ya que, si bien tienen en cuenta ciertos patrones, la comprensión emocional y la adaptación a situaciones únicas sigue siendo un desafío. Además, la falta de intuición emocional afecta la capacidad de la inteligencia artificial para proporcionar respuestas personalizadas y singulares en el ámbito terapéutico.

En este sentido, es importante aclarar, ¿quién es responsable de los errores del chatbot si se perjudica a las personas con dolores o padecimientos emocionales o psicológicos? La precisión, fiabilidad y validez del contenido generado por el ChatGPT requieren de una sólida formación y de conocimientos que solo los pueden tener los terapeutas en el encuentro sostenido con ese otro. ¡Exigencia que por el momento los diseñadores de chatbots no son capaces de cumplir!

De esta manera, podemos concluir -de acuerdo a recientes estudios basados en la inteligencia artificial y las repercusiones en la salud mental- que el ChatGPT puede ser una herramienta complementaria en el ámbito profesional, ofreciendo cierto apoyo emocional, en la psicoeducación, o consejos ante diversas inquietudes, dudas o problemáticas, pero nunca sustituyendo la capacidad de atención, formación y diagnóstico de los psicólogos en el área de la salud mental. ¡O por lo menos a corto plazo!