A tono con las circunstancias por las que atraviesa el mundo de hoy, esta miniserie de producción estadounidense, con Robert De Niro a la cabeza de un atractivo elenco, intenta reflejar en su desarrollo argumental algunas cuestiones interesantes.

La trama se pone en marcha a partir de un ciberataque devastador y total que sume a todo EE.UU. en la más absoluta oscuridad y anula el funcionamiento simultáneo de todos los dispositivos vinculados a la Internet o cualquier conexión posible.

La situación, de extremo riesgo, exige la toma de drásticas decisiones, entre ellas, designar al líder de una comisión de emergencia para resolver el problema. Y la elección recae en la figura de un prestigioso ex presidente, recordado y respetado por el pueblo; también valorado por propios y ajenos a su coloratura política.

Esta figura insigne –encarnada, como habrán intuido por Robert De Niro– quien asume aquí su primer papel protagónico para una miniserie. Metido en el rol del ex presidente Muller, tendrá la enorme responsabilidad de llevar por el buen camino las acciones pertinentes para salir del caos, fundamental y prioritario, impedir otro ciberataque masivo similar al que acaban de sufrir. También, encontrar a los responsables, y dar a conocer la verdad sobre el hecho en cuestión.

El devenir de la trama sugiere con mayor o menor énfasis, algunas cuestiones inquietantes que tienen que ver con el uso abusivo del poder, la fragilidad de las instituciones para hacer frente a determinadas demandas, y la dependencia casi absoluta en las tecnologías.

En conclusión, una propuesta interesante, por momentos atrapante, siempre entretenida. De Niro y el resto del elenco cubren adecuadamente los diversos personajes de una historia de gran actualidad.

Elpidio Blas