Critica de Cine

Joy

(Joy, 2024, Reino Unido (U.K.), 134’)

Dir. Ben Taylor

Guion: Rachel MasonJack Thorne

Historia: Emma GordonShaun Topp

Con Thomasin McKenzie, Bill Nighy, James Norton, Charlie Murphy

En la década del ’60 un biólogo comienza a investigar la posibilidad de reproducir el proceso de fecundación en un laboratorio. Secundado por una enfermera y conmovidos por las necesidades de parejas que no pueden concebir un hijo, inician un proceso de investigación científica al que se unirá un médico obstetra.

El emprendimiento resulta un camino plagado de dificultades, en cuyo transcurrir se verá no solamente la determinación de los protagonistas en alcanzar su propósito, sino que también aparecerán temas tangenciales a la principal finalidad.

Deberán lidiar con la precariedad económica y el relativo reconocimiento a la que los condena la comunidad científica, tanto como al rechazo de la Iglesia (históricamente enfrentada a cualquier reforma o avance). También, al desinterés, cuando no reclamo, de la gente en general, que los consideran una especie de demonios similares al Dr. Frankestein.

Una mención especial merece el desafío que el “experimento” significa en esa época en relación a los mandatos culturales, casi atávicos, respecto a la mujer, cuyo único objetivo es prepararse para ser madre, censurando a aquellas que osan rebelarse.

Los hechos son narrados desde el punto de vista de la joven enfermera y embrióloga Jean Purdy (Thomasin McKenzie), quien trabajó con el biólogo Robert Edwards (James Norton) y el cirujano Patrick Steptoe (Bill Nighy). Juntos consiguieron lo impensado por entonces… el nacimiento de Louise Joy Brown, en 1978, la primera “niña probeta” del mundo tras 10 años de arduos esfuerzos. Fue un hito en la historia de la humanidad y el comienzo de grandes esperanzas para millones de personas.

Interesante historia y drama biográfico, con excelentes actuaciones de los principales protagonistas, más una lograda reconstrucción de época y ambientación.

Elpidio Blas