Entrevista
“Donde digo ‘acá soy yo’ es en el fotoperiodismo documental, es lo que hoy me marca, me hace sentir parte de un todo donde colaboro”
Julia Quiroz celebra una década desde sus inicios en la fotografía con su muestra «El fuego de la lucha: crónicas fotográficas de una Argentina que no se rinde». En esta exposición, Julia retrata movilizaciones y marchas desde 2016, destacando su compromiso con el fotoperiodismo documental y su pasión por capturar la esencia de las marchas y la lucha colectiva
Julia Quiroz (24), profesora en artes visuales y técnica en diseño gráfico, se inició en la fotografía en 2014, con una cámara digital, inspirada por el deseo de inmortalizar lo que la maravillaba para compartirlo con los demás. «La fotografía no tiene sentido sin un espectador que pueda contemplarla y criticarla, de buena o mala manera. Ambas visiones son válidas en la fotografía y en cualquier arte», manifestó Julia.
Ese mismo año, Julia se inscribió en un taller de fotografía impartido por Lucas Ortiz en la Universidad Nacional de Río Cuarto. «Muchos piensan que es necesario empezar con una cámara profesional, pero yo comencé con una cámara digital, de bolsillo, compacta. Lucas me enseñó todo lo que sé. Creo que existen dos instancias primero está la intención, que te moviliza, y luego el aprendizaje. Pienso que tu trabajo siempre va a ser más fructífero si tienes teoría y técnica detrás. Eso me ayudó a llegar donde estoy hoy», añadió.
– ¿Cuál es el estilo que más te identifica? ¿Por qué?
– Hoy en día lo que más me identifica es el fotoperiodismo o fotodocumental en las marchas y también las fotografías de bandas musicales; estos son ámbitos que habitan mis amistades y me llena de orgullo poder capturarlos. Aunque trato de abarcar la mayor parte de las ramas de la fotografía, donde digo ‘acá soy yo’ es en el fotoperiodismo documental, es lo que hoy me marca.
Si tuviese que explicarte el por qué me identifica, creo que es algo que me excede en palabras. Acá en Río Cuarto, en Córdoba también, tuve la posibilidad de fotografiar y documentar todo lo que fue el estudiantazo, las movilizaciones y vigilias por el aborto, que fueron muy convocantes, llenísimas de gente y con mucha fuerza.
Podría decir que me identifica porque me hace sentir parte de un todo donde colaboro, aporto lo mío. Siento que cada participante, ya sea quien lleva un cartel, banderines o tiene el pasacalle, lleva el bombo, está poniendo su cuerpo dentro de la marcha y colaborando a su manera. Participar me hace sentir parte de algo colectivo. Siempre tengo muy buenos mensajes de quienes fotografío y de quienes habitan esos espacios y eso es lo que a mí me llena, lo más gratificante.
– ¿Cómo y cuándo surge la muestra ‘El fuego de la lucha: crónicas fotográficas de una Argentina que no se rinde’?
– El fuego de la lucha surge, más que nada, porque este año se cumplirían 10 años desde que empecé con la fotografía y tenía la necesidad de celebrarlo con la gente que más aprecio y quiero, quienes siempre están en las marchas, en la lucha y me hacen llegar su mensaje de apoyo. Creo que gracias a esos mensajes y al cariño hoy me muevo y estoy acá como fotógrafa.
Es muy desgastante ser fotógrafa mujer en Río Cuarto por cuestiones del reconocimiento y gracias a ellos, siendo tan joven, también logré un reconocimiento, un lugarcito dentro de este mundo.
– ¿Podrías explicarnos el concepto central que orientó las fotografías que vas a presentar en la muestra?
– El concepto central y general que orientó la muestra tiene que ver con las marchas y movilizaciones que se han desarrollado desde el 2016 hasta la actualidad. Después, como más particular, presenté fotografías diversas, más fuertes, otras muy tiernas, tristes y alegres.
– ¿Cuántas fotografías conformaron la muestra?
– La cantidad de fotografías fueron 123. En un principio eran 200 y pico. Resumir desde el 2016 hasta el 2024 con todas las marchas que se produjeron fue muy difícil porque todas tienen valor o importancia para mí. Fue tratar de encontrar un punto en común entre tantas fotos y que no quedaran descolocadas. Estoy muy feliz de poder mostrarlas al mundo.
– Si tuvieras que elegir una fotografía de esta muestra como la más significativa, ¿cuál sería y por qué?
– Me resulta imposible elegir una sola foto de esta muestra. Sin embargo, puedo decir cuáles son las marchas o las movilizaciones en específico que para mí representaron un antes y después, artísticamente.
El estudiantazo, todo lo que fue las tomas de Córdoba, para mí implicó un antes y un después. También las movilizaciones que se desarrollaron por el aborto legal y las marchas ‘Ni una menos’, en el 2018 y la del 2019 en donde cruzamos el puente.
La convocatoria que hubo para concentrar en donde fue el femicidio de Mónica Ordóñez, fue muy fuerte para mí, más que nada porque después me llegaron mensajes de su familia, particularmente de su hermana, agradeciéndome. Asimismo, la familia de Oriana Giannini, su movilización fue muy fuerte y creo que hoy en día es la que más tengo presente.
Son las instancias que más me han marcado hasta ahora.
Para cerrar, los invito a recorrer la muestra en el Museo Histórico Regional de nuestra ciudad, ubicado en la calle Fotheringham 178 (entre Alvear y Fotheringham). El museo está abierto de martes a viernes de 8:00 a 12:00 y de 15:30 a 19:30, y los fines de semana de 15:30 a 19:30. La muestra estará disponible hasta el domingo 28 de julio inclusive.




