Nota de tapa
"La música es el hilo conductor de cada uno de mis días; la comparto, enseño, aprendo, disfruto, toco, bailo y vivo a través de ella"
Desde pequeña, Natalia Barraco, imaginaba escenarios repletos de público y hoy transforma sus clases en espacios llenos de ritmo, alegría y emoción. Su pasión por la música, la docencia y el cuarteto se volvió viral tras compartir videos junto a sus alumnos

Desde muy pequeña, Natalia Barraco (30) encontró en la música una fuente de inspiración. Cada vez que sonaba alguna canción comenzaba a bailar y cantar imaginándose sobre un gran escenario, rodeada de músicos y con un vasto público observando ese espectáculo. Estas actuaciones durante su infancia, en forma de juego, con los años fueron tomando forma hasta convertirse hoy en su profesión.
“En mi familia, a mi papá Hector, siempre le gustó mucho la música, pero no toca ningún instrumento. Sin embargo, puedo decir que fue una influencia importante en mi conexión con la música”, cuenta Natalia, quien actualmente se desempeña como profesora de música en dos colegios de nuestra ciudad.
Fue un gesto espontáneo y repleto de amor por lo que hace lo que la llevó a tener una gran visibilidad en las redes: videos donde se la ve cantando cuarteto con sus estudiantes, quienes entonan junto a ella temas como ‘Luis’, ‘La gaita de la cenicienta’ y ‘Carita triste’.
El impacto fue tan grande que incluso comenzaron a escribirle referentes del género cuartetero, como el Loco Amato, Pinky Rey (de Un Poco de Ruido), Víctor Miranda (creador de La gaita de la Cenicienta), Mauricio Cánovas (vocalista de Trulalá), y Fer Olmedo (de Desakat2), Walter Salinas, entre otros.
– ¿Cómo viviste ese momento en que se viralizó tu video cantando cuarteto con tus estudiantes?
– Cuando comenzaron a viralizarse los videos cantando cuarteto con mis estudiantes fue hermoso, pero también completamente inesperado. De pronto estallaron las redes; los comentarios. Jamás imaginé que algo tan cotidiano y natural como lo que hacemos en el aula durante las clases de música, tuviera tanta repercusión fuera de ese espacio.
Para mí, cada mensaje, significó un reconocimiento no solo como docente sino como persona y artista.
– En lo particular, dejando de lado los géneros musicales que enseñas en tus clases, ¿te sentís identificada con alguno en especial?
– Verdaderamente me gustan todos los géneros: folklore, rock, cuarteto, cumbia. Pero, sobre todo, estos dos últimos porque me trasladan a mí infancia, a lo que se escuchaba en mi casa. Creo que, de alguna manera, eso influyó en mi inclinación por la música.
– Y, en este camino musical, ¿considerás que hay algún artista o conjunto que haya influenciado tu forma de hacer o pensar la música?
– Siento que, en mi manera de hacer o pensar la música, tuvieron gran influencia mis profesores como así también diferentes personas con las que fui compartiendo mi camino de formación. Agradezco profundamente habérmelas cruzado. Asimismo, puedo mencionar a artistas que me marcaron desde que era pequeña como Gilda, Gary, Banda XXI y Miguel ‘Conejito’ Alejandro.
– ¿Cuál fue tu primer instrumento y cómo llegó a vos? ¿Hoy sentís afinidad por alguno en especial?
– Mi primer instrumento fue una guitarra criolla, que llegó a mis manos a los 18 años, justamente cuando comencé a estudiar el profesorado de música acá en Río Cuarto que, por cierto, fue una etapa muy linda, que me llevó también mucho esfuerzo porque venía desde cero. No sabía tocar ningún instrumento; solamente cantaba porque me gustaba. En esa época conocí gente que me enseñó un montón de cosas, que sumaron a mi formación y que, en la actualidad, de alguna manera, siguen presentes en mi vida.
En cuanto a si siento afinidad por algún instrumento, puedo decir que mis dos preferidos son la guitarra y el saxo. No obstante, me gustan todos. Me encantaría aprender a tocar el acordeón y el piano.
– Como saxofonista, ¿qué nos podés contar sobre tu camino con ese instrumento? ¿Qué te cautiva y qué desafíos implica tocarlo?
– Tocar el saxo es un camino de mucho estudio, trabajo y esfuerzo, como todo en la vida. Cuando me recibí de profesora, mis padres me lo regalaron porque sabían que me gustaba y, desde ese día, me puse a estudiar. Fue un camino de desencuentros, idas y vueltas, frustraciones, momentos en los que quería dejarlo. Hasta que comencé a tocar en Los Soplafortune y eso me motivó para seguir estudiando y trabajando en él.
Del saxo me cautiva su sonido, su belleza. Es un instrumento poco común de ver en una artista mujer. Tocarlo implica muchos desafíos, de allí la importancia de seguir perfeccionándose y estudiando.
– ¿Qué consejo le darías a alguien que quiere empezar en la música, pero no se anima o cree que ya es tarde?
– El consejo que le daría es que nunca es tarde para comenzar algo que te gusta y apasiona. También que no hay que bajar los brazos, ni rendirnos cuando algo no nos sale. Cada profesión implica un proceso de aprendizaje constante. Si hoy no me salió tan bien, intentaré hasta que llegue el momento en que esté a gusto con eso. Lo digo por experiencia propia.
Siempre existen frustraciones o momentos no tan buenos, pero la clave está en seguir intentando y perfeccionándonos en eso que nos gusta o hace felices.
– ¿Algún sueño que tengas y quieras compartirnos?
– Sí, claro. Uno de mis sueños es tocar o cantar en una banda de cuarteto o cumbia reconocida. Y, por supuesto, vivir solamente de la música.
– Si tuvieras que definir en una frase lo que significa la música para vos, ¿cuál sería?
– ¡Que difícil responder a esto! La música es TODO, es mi vida, mi día a día; desde que me levanto hasta que me acuesto. Paso de dar clases de música, a ensayar con mis bandas, a bailar folklore, a tocar en algún show.
Puedo decir que la música es el hilo conductor de cada uno de mis días; la comparto, enseño, aprendo, disfruto, toco, bailo y vivo a través de ella.
IG: @natibarraco
PH: Cynthia Bringas @cynthiabringasph