Nota de tapa
“Como programador de cine busco salir de los lugares comunes, cómodos, y tratar de llegar a más gente. Si se concentra la cultura en muy pocos lugares, por más que sea con entrada libre y gratuita, a la larga se vuelve una actividad elitista, donde no todos pueden acceder”

Tomás Gigante logró combinar su amor por el séptimo arte con un fuerte compromiso social. A través de iniciativas como el ciclo ‘El cine y el barro de la historia’, creado con Miguel Alonso, y con la participación de docentes de la UNRC y estudiantes, buscan generar espacios de reflexión y debate sobre temas relevantes a través del cine

Desde temprana edad, Tomás Gigante (27) ha estado inmerso en el mundo del cine, una pasión que no tiene un inicio concreto, sino que forma parte de su vida desde siempre. “El primer formato que empecé a ver es en VHS. Todavía hoy conservo muchas de esas películas que me regalaban mis viejos”, compartió Tomás recordando sus inicios en el camino cinéfilo.

Nacido en La Carlota, una ciudad sin salas de cine, fue durante su carrera como Contador Público, en la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), que comenzó a asistir casi a diario al cine, principalmente a centros culturales como el Leonardo Favio y el Teatrino de la Trapalanda. “De tanto ir a los ciclos que armaban Elpidio Blas y Ricardo Perrotta, quienes proyectan desde hace muchos años en el Teatrino de la Trapalanda, nos hicimos amigos y en 2022 me invitaron a formar parte su equipo. Además este año se incorporó Gustavo Otero”, compartió. 

Este año, además, Miguel Alonso, responsable del Área de Juventud, le propuso crear otro ciclo de cine y, de esta manera, le dieron forma a ‘El cine y el barro de la historia’, una iniciativa con películas latinoamericanas que tiene por objetivo visibilizar determinados temas, abordarlos y debatir entre los presentes. “El nombre de este ciclo es homenaje a José Pablo Feinmann, en referencia a uno de sus libros. Feinmann consideraba que la filosofía debe salir a las calles, meterse al barro, ensuciarse, comprometerse. Con el cine pienso lo mismo. Las proyecciones las hacemos en la Plaza de la Juventud o en la Biblioteca Popular Mariano Moreno”, añadió.

– ¿Cómo se estructura, particularmente, este ciclo? ¿Qué han proyectado hasta el momento?

– En este ciclo decidí que cada película la presente un profesor/a de la UNRC y, al finalizar la proyección, que sean los estudiantes quienes compartan alguna actividad generando disparadores para conversar sobre la película con el público presente.

Hasta ahora se sumaron estudiantes de distintas asambleas, fue algo muy lindo. Por ejemplo, en la proyección que hicimos de ‘Yo, la peor de todas’ de María Luisa Bemberg, hubo estudiantes de entre 18 y 25 años que, previo a la película, leyeron poemas de Sor Juana Inés de la Cruz, frente a 100 personas un viernes a las 23 horas. Se genera algo mágico en cada proyección, es un espacio de encuentro, de escucha, de pensamiento, de compartir reflexiones, algo imprescindible, mucho más en estos tiempos.

Algunas de los films que proyectamos con su temática fueron:

¨Plata Dulce¨ – Cine y Economía
Invitado Juan José Miras, licenciado en economía y docente de la UNRC.

¨No¨ – Cine y Medios de Comunicacion
Invitado Hernán Vaca Narvaja, periodista y docente de la UNRC.

¨Yo, la peor de todas¨ – Cine y Literatura
Invitada Adriana Milanesio, docente de lengua y literatura en la UNRC.

¨Madeinusa¨ – Cine y Filosofia
Invitada Gabriella Muller, licenciada en filosofía y docente en la UNRC.

¨La Estrategia del Caracol¨ – Cine y Filosofia
 Invitado Santiago Polop, director del departamento de filosofía en la UNRC.

¨Casas de Fuego¨ – Cine y Ciencia
Invitado Luis Otero, doctor en ciencias químicas y docente en la UNRC.

En marzo del 2021, motivado por sus ganas de compartir cine con gente que también le apasionara el séptimo arte, Tomás realizó su primera publicación recomendando películas y documentales sobre la dictadura militar en la página ‘Cinefilia Paradiso’ que hoy cuenta con más de 25k de seguidores en Instagram.

– Este proyecto, que inició con recomendaciones de películas te llevó a entrevistar a figuras del cine nacional, ¿quiénes fueron? ¿qué nos podés contar sobre esas experiencias? 

– Fue una experiencia inolvidable. En homenaje a Adolfo Aristarain, por su cumpleaños, hice la Semana Aristarain. Pude entrevistar a Cecilia Roth que trabajó con él en películas como: ‘Un lugar en el mundo’, Martin Hache. De paso aproveché para conversar sobre otros de sus trabajos, sobre todo los que hizo con Almodóvar. En esa semana también tuve la suerte de entrevistar a Carlos Santamaría que trabajó con Adolfo en ‘Lugares Comunes’, y también a Marina Glezer que actúa en Roma, la última película de Adolfo hasta el momento.

Luego tuve la suerte de formar parte de ‘Cambiando el aire’, un programa de radio que hacíamos con otros estudiantes de la UNRC. En esa oportunidad pude entrevistar a grandes de nuestro cine como Israel Adrián Caetano, Patricio Contreras, entre otros. 

Por otro lado, muchos artistas acompañan la página y colaboran enviando saludos e invitando a la gente de la ciudad a que se sumen a nuestros ciclos. Pude llegar a artistas como Fito Páez, Miguel Ángel Sola, Héctor Alterio, Cecilia Roth, Leonardo Sbaraglia, entre tantos otros. 

– ¿Cuántas fueron las proyecciones este año?

– Este año fueron más de 20 proyecciones en distintos puntos de la ciudad. Por mencionar algunas: en ¨El Viejo Cooke¨ organizamos proyecciones donde además juntamos alimentos para merenderos, en vecinales como ¨Vecinal Alem¨ donde proyectamos una película para las infancias y luego con la gente del MUE organizamos para llevar a los niños y niñas al cine, fue una experiencia hermosa. 

También tuve la suerte de proyectar ¨Mundo Alas¨ en los talleres inclusivos del Tobar García, esa misma película la llevamos junto con Gustavo Otero a La Carlota. Viajamos 100 km para darla en el Teatro Municipal de mi ciudad natal, fue otra experiencia hermosa. Además, pudimos llegar a León Gieco, quien nos envió videos por cada proyección que hicimos, ya sea con algún saludo o también videos con canciones, algo sumamente soñado. Emociona ver el entusiasmo de León al saber que estamos dando su película. 

Con el Área de Juventud también proyectamos una película para las infancias del Barrio Limay, una tarde hermosa compartiendo con la gente del barrio.

El cine me permite vivir experiencias muy lindas, con la gente de ¨La Casa de la Memoria¨ proyectamos ¨Verdades verdaderas, la vida de Estela¨ en el día de los derechos humanos. Ya habíamos trabajado juntos anteriormente, para la semana de la memoria, donde me invitaron a dar un taller de cine y memoria en la ¨Escuela Normal Superior Justo José de Urquiza¨, el cual dictamos junto con Félix Almada, fue algo increíble.

Junto a Gustavo Otero, proyectamos en muchos lugares durante todo 2024, incluso en Plazas y Bares, fue un año de mucho cine, la última proyección la hicimos el Domingo 29 de diciembre en Terraza Bar, en una noche soñada con mucha gente acompañando.

Por supuesto que son actividades que requieren de un mayor esfuerzo en la organización, es mayor el desgaste de poner el cuerpo, trasladar las cosas, armar la pantalla, acomodar la imagen, el sonido, son muchos factores que inciden, pero que valen la pena afrontar. Es necesario salir de los lugares de siempre y llegar a más gente, a personas que de otra forma quizás no pueden acceder a la cultura. 

– ¿Tienen algún objetivo o proyecto planificado para el 2025?

– Para mí es imprescindible descentralizar la cultura en la ciudad. Como programador de cine busco salir de los lugares comunes, cómodos, y tratar de llegar a más gente. Si se concentra la cultura en muy pocos lugares, por más que sea con entrada libre y gratuita, a la larga se vuelve una actividad elitista, donde no todos pueden acceder.

Si bien en el Teatrino hacemos un gran trabajo, donde proyectamos más de 60 películas en el año y nos acompaña mucha gente, yo personalmente, tengo la necesidad de proyectar en la mayor cantidad de lugares que pueda.

Las convicciones están más firmes que nunca. Creo en la importancia de la cultura para la vida en sociedad. El cine es una herramienta imprescindible que nos permite vivir grandes experiencias, reunirnos, compartir una película, reflexiones, escucharnos, generar espacios de encuentro. 

Ojalá el 2025 sea un año con muchas proyecciones. Estoy dispuesto a seguir poniendo el cuerpo por la cultura en esta ciudad, a seguir proyectando para que el cine no sea para unos pocos, sino llegar a la mayor cantidad de gente posible. Teniendo en cuenta que esto es una pasión, un hobby, donde uno hace lo que puede, en el tiempo que tiene, a pulmón, poniendo el cuerpo y el corazón por amor al cine. Reafirmando que uno no puede jubilarse de lo que ama.