Cultura
“Siempre sostuve que quienes hacemos arte –más allá de si económicamente podemos vivir de ello o no– tenemos el mismo objetivo: mejorar un poco este mundo”

Soledad Carpinetto dio sus primeros pasos en la danza con solo tres años. Fue docente desde los 16, años más tarde fundadora de la escuela Evolución y cuenta con una destacada formación que combina la danza, la psicología y la terapia holística. Actualmente, además, se prepara junto a Facundo Acosta, para el Pre Cosquín en enero y comenzó un programa de streaming con Roque Fernández e Iván Coniglio

Los primeros pasos de Soledad Carpinetto (36) en la danza folclórica comenzaron a los tres años, influenciada por su tío paterno, José Luis Carpinetto, quien actualmente es codirector de Unión Danza junto a Belén Pedraza. Proveniente de una familia con una profunda tradición folclórica, su abuelo también fue músico de este género. Su tío, profesor de folclore, esperaba ansiosamente que Soledad comenzara a caminar para integrarla a sus clases, y así fue. Durante su infancia, participó en numerosos grupos de danza de la ciudad, tanto juveniles como de adultos. “A pesar de que era chiquita, él me llevaba a bailar a todos lados”, comenta resaltando la relevancia de la influencia y guía de su tío en sus primeros años de formación en la danza.

Desde muy pequeña comenzó a estudiar el profesorado de folclore. En su familia eran cuatro hermanos y todos bailaban. Su mamá los llevaba al colegio y luego a estudiar el profesorado. Sin embargo, fue Soledad la única que siguió en la danza. “Me di cuenta que era lo mío porque no podía pensar en otra cosa, lo único que quería era ir a folclore, bailar todo el día, a cualquier hora y en cualquier circunstancia”, expresa con una sonrisa.

– ¿Cuáles fueron los momentos más significativos que marcaron tu camino? ¿Qué los hizo especiales?

– En cuanto a momentos significativos durante este camino que estoy recorriendo en la danza, creo que el primero fue cuando empecé a viajar afuera, a otras provincias, con un ballet juvenil de acá, que, a pesar que yo era infantil, me convocaban para bailar con los más grandes. Fue una experiencia muy gratificante, viajar, bailar, conocer otras culturas, costumbres. También pertenecer a distintos grupos me llevó a bailar en diversos lugares de Córdoba o el hecho de formar parte de un ballet en Santa Fe.  

Luego empecé con mi proyecto de Pre Cosquín, junto a Facundo Acosta, que es mi compañero de danza y amigo de toda la vida. Este proyecto, es el más grande y hermoso que he tenido como bailarina y me ha llevado al lugar en el que estoy hoy. La preparación para el Pre Cosquín me trae nuevos desafíos, me lleva a investigaciones más profundas, a estudiar mucho, prepararme, entrenar, descubrir nuevas corporalidades, nuevas formas, conocer más de historia; todo eso es muy significativo para mí.

– ¿En qué momento de tu vida decidiste comenzar a dar clases?

– Empecé a dar clases de folclore a los 16 años. Fue mi primera experiencia como docente. Después estuve mucho tiempo, junto a un colega, en una escuela de folclore. En 2017 entré a dar clases de coreo infantil y técnica aplicada a la danza en Evo Gym, un gimnasio gigante, ubicado en Banda Norte, con muchísimos alumnos.

Con el correr del tiempo comenzaron a venir muchas niñas que se iban contentas y, a la clase siguiente, traían amigas, compañeras de colegio, primas, vecinas… De pronto empezó a tomar forma de escuela. Pasamos de tener 10 alumnas, a 30, 40 60… hasta llegar hoy a casi 100.

Los dueños del gimnasio me confiaron el espacio para que abra mi escuela. Así nació Evolución, que lleva cinco años y es prácticamente mi vida. Siempre trabajé con objetivos claros y fuertes: competencias nacionales e internacionales, donde hemos tenido la dicha de ganar, de llegar a finales y hasta consagrarnos subcampeonas sudamericanas.

Este año dimos un gran paso presentándonos al Mundial Oficial de Danzas. ¡Todas las coreografías que llevamos clasificaron para la final latinoamericana! La misma se realizará del 21 al 24 de noviembre en Buenos Aires. De ahí las clasificaciones mundiales. Estamos trabajando para poder lograrlo. Y, si no, para hacer ese camino que es muy interesante.

– ¿Cuáles fueron los mayores desafíos que enfrentaste como docente?

– Creo que uno de los mayores desafíos que he enfrentado como docente es ser consciente de las diferentes etapas evolutivas y personalidades que existen. Hay que saber llevarlas, tratarlas y tener la madurez suficiente para entender todo eso dentro de un salón. En lo que ha sido mi juventud, estudié Licenciatura en Psicología, también soy terapeuta holística, entonces llevo estos conocimientos a mis clases. Trabajamos el amor propio, la autoestima, la valoración propia, la capacidad creativa y la confianza en sí mismas. Es mi bandera dentro de las clases.  

Soy muy exigente. La disciplina está muy presente en mis clases, pero con la idea de que las niñas avancen y crezcan en todo sentido, no solamente en la danza sino como personas. Siempre sostuve que quienes hacemos arte –más allá de si económicamente podemos vivir de ello o no– tenemos el mismo objetivo: mejorar un poco este mundo. A través de la danza o cualquier tipo de arte, sacamos a niños de estados depresivos, con intentos de suicidio, medicados. Escuchar a las familias decirme que desde que sus hijas vienen a danza la psicóloga nota grandes avances, porque se sienten más seguras, ya no tienen pensamientos intrusivos o negativos… Para mí, eso es lo más importante.

 – ¿Qué se viene por delante?

– Tenemos mucho por delante. Las chicas tienen la final que mencionaba en Buenos Aires. También la presentación de fin de año de la escuela. Con Facu tenemos varios seminarios por todo el país, estamos preparando grupos de folclore que son de afuera para llevarlos a certámenes y, el objetivo más importante el Pre Cosquín en enero.

Además, dentro de estas cuestiones que van apareciendo y las sorpresas que se me van presentando, debido a que soy una persona inquieta, con ganas de hacer cosas nuevas, empezamos, junto a dos amigos, Roque Fernández e Iván Coniglio, un programa en de streaming en Blas, que se llama ‘Subidos de Tono’. Es un proyecto hermoso, sumamente desafiante y nuevo para mí, sin embargo, lo estoy disfrutando mucho.

IG: @solecarpinetto