Culturales
“La danza barroca aúna todo eso que amo: la música, danza e historia”
Carolina Bonacci, figura destacada en el ámbito de las danzas históricas en Argentina, busca transportar al público a un mundo de reyes y palacios enfocándose en cada detalle de la época

La bailarina e investigadora Carolina Bonacci encontró en la música barroca una entrada a un universo que la marcaría profundamente. Cuando era pequeña, en su hogar, escuchaban habitualmente este género musical; tales melodías y los libros que la rodeaban –sobre todo de historia– contribuyeron a que desarrollara un fuerte interés por otras épocas que, con el transcurso del tiempo se fue acrecentando aún más. “Finalmente mi verdadera pasión por la danza me llevó a sumergirme por completo en las danzas históricas. Fue difícil porque en Río Cuarto acceder a estas disciplinas es casi imposible. Entonces llegó la pandemia y, como todos los maestros necesitábamos hablar, producir, enseñar… logré conectar con ellos”, recuerda Carolina sobre sus inicios.
En ese contexto, comenzó a tomar clases con diferentes profesionales que marcaron su recorrido: Teresita Campana (ISA – Teatro Colón), Magdalena Villarán (Universidad Autónoma de México), Caroline Copeland (New York Baroque Dance), Christopher Scott Kinslow (Historical Dance Society) Raquel Arahna y Ana Yepes (Conservatorio Real de la Haya), y Anna Romaní (Centro Nacional de la Danza de París). “Cada una es referente y autoridad en su disciplina. Asimismo, el estudio sistemático de documentos y manuales de diferentes estilos, países y épocas –tanto de música, como danza y sastrería– fue fundamental para mi formación”, añade.
– ¿Hubo alguna persona que marcara un antes y un después en tus inicios, particularmente, en las danzas históricas?
– Conocer en persona a mis dos referentes en danzas históricas –Teresita Campana (danza barroca) y Cecilia Nadaszkiewics (danzas del renacimiento)– marcó un antes y un después en mi camino artístico. Junto a ellas somos de las pocas especialistas, del país, en este estilo de danzas. Ellas no solo me brindaron su amistad, cariño y apoyo, sino que también se convirtieron en mis grandes mentoras.
– ¿Qué particularidades y exigencias tiene el estudio e interpretación de danzas históricas como la barroca? ¿Qué te cautiva de ellas?
– Para el estudio e interpretación de las danzas históricas, como la barroca, es fundamental saber leer partituras musicales y notación Feuillet. Al ser una técnica tan específica, cuyo uso cotidiano se remonta a 400 años atrás, es importantísimo tener información adicional a lo específico, como, por ejemplo, qué vestimenta utilizaban, en qué situación bailaban, cómo estudiaban, etc… Adoro que la danza barroca aúna todo eso que amo: la música, danza e historia. Es el combo perfecto.
– Recientemente estuviste participando del Ciclo de Música y Danza Barroca ‘Les Menus Plaisirs de Luis XIV’, ¿cómo fue esa experiencia? ¿Cómo es la recepción del público ante este tipo de danzas?
– La experiencia en el Ciclo de Música y Danza Barroca ‘Les Menus Plaisirs de Luis XIV’ fue maravillosa. Ver la sorpresa e interés por algo que es totalmente novedoso para ellos, transportarlos a un mundo de reyes y palacios, donde el virtuosismo está en cada pequeñísimo detalle o en solo un gesto, es una experiencia única.
– ¿Qué rol juega la investigación histórica? ¿A qué fuentes recurrís? ¿Qué se tiene en cuenta para armar el espectáculo?
– La investigación histórica en este tipo de danzas es fundamental. Es fantástico tener acceso a documentos originales que fueron publicados en ese momento: desde libros de danza, partituras de tragedias líricas, diálogos de comedias ballets. También visitar virtualmente los museos de trajes para pedir los moldes o para ver algún detalle específico de una prenda.
Eso es lo previo. El armado de un espectáculo es más complejo porque implica ver lo que se quiere contar y tener en cuenta los recursos que se disponen: el lugar, los músicos, etc.
– ¿Qué creés que le falta a Río Cuarto para que las danzas históricas tengan más visibilidad? ¿y en el país?
– En el mundo, las danzas históricas no tienen tanta visibilidad; somos muy pocos profesionales. Hace falta mayor divulgación, investigación y espectáculos. Estamos en camino hacia eso. Este año desde el IAE (Instituto de Artes del Espectáculo- dependiente de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA) conformamos la Red Latinoamericana de Profesionales de la Danza. El objetivo es estar conectados y comunicarnos para saber los proyectos y problemáticas de nuestra América.
También, desde nuestro grupo de investigación, todos los años organizamos un Congreso Internacional de Danzas Históricas, con invitados de Europa y América, en donde presentamos nuestras investigaciones en curso y conocemos los últimos estudios en el tema.
– ¿Hay algún otro proyecto que te entusiasme para el futuro?
– Estamos preparando, con excelentes profesionales de Río Cuarto, una tertulia ambientada en 1808 para la feria del libro y posiblemente llevemos a cabo, antes de fin de año, una 2da. edición del ciclo de ‘Les Menus Plaisirs’. Además, en noviembre estoy invitada al Cabildo Nacional para presentar algunas danzas del Virreinato del Río de la Plata, contradanzas, minués y vals. En cuanto a algo que me entusiasme, adoraría ser parte de una Ópera barroca y llevar a cabo ‘Molière en castellano’ una puesta didáctica para adolescentes.
IG: @carolinabonacci