Agustín Remondino (36), es Lic. en Administración de Empresas, consultor de negocios, coach, speaker, escritor, autor, profesor y columnista. Su último libro ‘El Garaje de tus sueños’ fue declarado de Interés Legislativo, Cultural y Educativo a través del Concejo Deliberante de la ciudad. La inspiración para crear su propia consultora surgió durante su paso por la universidad, donde una profesora en la materia Dirección General de Estrategias lo impulsó a pensar en cómo ayudar a las empresas a mejorar sus estrategias.

“Mi propósito, actualmente, es cambiarle la vida a las personas y empresas dándoles herramientas y conocimientos para que puedan ser siempre mejores. Considero que siempre se puede estar mejor ya sea en el trabajo, en la situación personal, mejor de tiempo, dinero, proyectos. Este camino de poder explicar, trascender, lograr que a otro le vaya bien, implicó que escribiera, no solamente el Garaje de tus sueños, sino otros textos ya que también redacto notas en diferentes portales, diarios. Además, salgo en diversos medios; todo para sumar y aportar a quienes lo necesiten con el fin y objetivo de que puedan crecer, estar mejor y lograr sus objetivos”, expresó Remondino.

– ¿Cuáles fueron tus primeros proyectos o escritos?

– Empecé a escribir para varios portales, para muchas revistas de Buenos Aires. He salido en medios nacionales e internacionales. Di charlas acá pero también en el exterior. Tengo clientes hasta de Estados Unidos. Tengo dos libros antes, son ebooks, titulados: ‘Así funciona mi empresa’ y ‘Las 4 fuerzas del liderazgo’.

– ¿Qué experiencias o reflexiones te llevaron a escribir «El Garaje de tus sueños»? ¿Cuál es el objetivo del libro?

– El Garaje de tus Sueños viene a englobar todo el trabajo que he realizado después de 10 años en la consultora, cumpliendo mi sueño, haciendo lo que quiero, y qué mejor que transmitírselo a otros para que puedan alcanzar los suyos.

El objetivo es justamente ese, que cada uno pueda alcanzar sus sueños, objetivos, metas, propósitos; entender qué es lo que quieren, reconocerlo, y para eso existe un modelo de crecimiento dentro del libro con 22 herramientas que reúnen habilidades, experiencias y conocimientos.

– De las 22 herramientas que compartís en tu libro, ¿podrías destacar algunas esenciales para quienes están iniciando un emprendimiento?

– Las 22 herramientas son, sin duda, necesarias, inclusive muchas más también. Decidí enfocarme en estas por ahora. A medida que se vayan incorporando, no solamente de manera teórica, sino a través de su aplicación práctica en un emprendimiento, empresa o negocio, van a poder hacer las cosas de una mejor manera. Esto se debe a que obtendrán un mayor entendimiento del entorno, de la situación actual y, con este conocimiento, actuar de manera acorde al objetivo planteado.

Considero que es fundamental tener perspectiva. Me gusta mucho esa palabra porque implica tomar dimensión de la situación en la que estamos. Hay que aprender a contar con un equipo que trabaje con sinergia, a definir un objetivo y tener una visión clara. Esas son algunas de las cositas que voy mencionando en el libro, pero como alguna herramienta en particular no, sino más bien las que están y muchas más.

– ¿Qué consejo le darías a alguien que siente miedo de comenzar su propio negocio desde cero?

– El principal consejo que se le puede dar a alguien que está emprendiendo es que se anime a accionar, a ejecutar la idea, visión, el sueño, el negocio que quiere y que cree que puede llevar adelante. Muchas veces nos quedamos en ideas o con la buena intención de hacer algo, pero no lo llevamos a la práctica. Cometer errores, hacer las cosas y que salgan mal no nos tiene que frustrar sino motivar para buscar la manera de superar esas situaciones y seguir trabajando para alcanzar nuestro sueño.

Si hay algo que debe tener alguien que quiere un negocio, cumplir su sueño o emprender, en primer lugar, es tener claro lo que quiere, una visión y en segundo lugar animarse a accionar, ejecutar, animarse a hacer. Los emprendedores somos por naturaleza hacedores, hacemos, hacemos, hacemos, y si no estamos dispuestos a arriesgarnos, a veces nos quedamos con las ganas de algo que después puede generar arrepentimiento.

– A lo largo de tu trayectoria como, profesor, conferencista y autor, ¿cuál consideras que fue el aprendizaje más valioso que tuviste?

– Los aprendizajes son constantes. Creo que es fundamental saber adaptarse rápidamente. De esta manera uno va a tener la capacidad de ir moviéndose en los distintos campos e ir logrando los resultados, trabajando en ellos.

Pienso que la adaptabilidad es uno de esos aprendizajes y tener siempre una visión, un norte, un rumbo. Yo siempre tuve claro donde quise ir, siempre tengo claro donde quiero llegar, lo que quiero alcanzar.

Si bien todavía me quedan muchos objetivos por cumplir, los tengo muy en claro. Esa claridad y tener una visión me sirvió y es mi herramienta para tomar decisiones. Cuando puedo transmitirle esto a alguien más y entiende la importancia de tener una visión, un rumbo, un destino claro, las decisiones, el camino, el trabajo, es mucho más fácil, de ahí la importancia de saber a dónde se pretende llegar.