Nota de tapa
“Traza surge precisamente desde el lugar de ir dibujando, delineando nuestra historia, trazando, bocetando el camino”

Renzo Rodríguez y Rocío Toledo, fusionan, en Traza, folclore urbano y experiencias personales en búsqueda de un sonido propio. Con influencias que van desde Willy González hasta Eugenia León. Ahora, continúan explorando y trazando su identidad musical, entre canciones que resuenan con su historia y su contexto

Renzo Rodríguez (39) y Rocío Toledo (33) conforman Traza, un dúo musical que fue tomando forma a lo largo de, aproximadamente, un año de encuentros y ensayos. Aunque la idea de colaborar ya estaba presente entre ellos, las circunstancias personales y laborales retrasaron el proyecto. Fue en su tercer intento que lograron consolidarse como dúo. “El nombre surge precisamente desde ese lugar, de ir dibujando, delineando nuestra historia, trazando, bocetando el camino”, compartió Rocío.

Su debut fue en diciembre de 2023, en el atelier del artista plástico Angel ‘Pinky’ Coria. “Esa presentación fue el bautizo porque si, queríamos bautizar al dúo”, recordó Renzo entre risas. “Comentándolo con amigos, Pinky nos dijo: ‘hagámoslo en casa’. Su atelier es como un encuentro con el infinito, lleno de posibilidades entre dibujos, pinturas y esculturas. Armamos el sonido e invitamos a gente querida. Así como largamos se largó también un tormentón que nos dio la bendición”, añadió Renzo.

– ¿Cómo describirían su estilo e identidad musical?

Renzo: Uy, qué difícil. Esto de ir ‘trazando’ tiene que ver con ir armando, eligiendo, disponiendo, quizás hasta organizando un poco una identidad. Creemos en conformar un sonido propio, aspiramos a eso. Un sonido que identifique, por un lado, aquello que nos surge naturalmente como es la música folclórica, que nos une desde el principio, y por otro lado aquello que nos atraviesa inevitablemente por nuestro contexto. No sólo donde vivimos, sino lo que escuchamos, nuestras elecciones a la hora de oír, de sentir.

Rocío: Nuestra interpretación del folclore es claramente urbana ya que ambos nacimos y crecimos en esta ciudad. Lo sabemos, nos situamos y construimos desde aquello que nos instala como seres de paso, territorios de paso, donde los estilos y géneros musicales confluyen, se tensan, contrastan o se fusionan.

– ¿Quiénes son sus mayores influencias musicales?

Renzo: Mis influencias musicales son Willy González, gran bajista… El capo Daniel Maza; Víctor Wooten. Me gustan mucho, además, Raúl Carnota, Juan Quintero, Juan Falú… entre muchos otros.

Rocío: Comparto todos los nombrados por Renzo, ¡son tremendos! Podría agregar a Carlos Aguirre y Jorge Fandermole. En esto de buscar un sonido propio siempre trato de escuchar diferentes cantantes, cantoras… y amo por ejemplo a la mexicana Eugenia León o a las cantoras bahianas Margareth Menezes y Virginia Rodrigues. Se me ocurre también el amor que siento por Maria Bethânia, Susana Baca, Liliana Felipe. ¡Hay tantas que podría mencionar! Como dice Silvio: ‘Me han estremecido un montón de mujeres’…

Asimismo, creo que mi influencia más grande ha sido la del patio de mi casa, repleto siempre de música y poesía. Mi viejo, su voz, su palabra, su canción siempre presente en cada momento de mi vida. Los poetas que nos visitaban, la música como el fuego necesario.

– ¿Cómo eligen su repertorio?

Rocío: Renzo quiere que contemos la verdad (se ríe). Dice que él no elige nada. Lo cierto es que coincidimos en el gusto, lo cual nos permite aunar criterios e ir por el mismo camino. Pero es verdad que cuando me gusta algo y él no da mucha bola, insisto a más no poder. Como soy perseverante, a veces, logro incorporar al repertorio algún tema medio impuesto (vuelve a reír). Sin embargo, cada canción elegida tiene algo que nos interesa a los dos, elegimos en base a lo que nos llega, moviliza o emociona naturalmente, ya sea por la música o por la letra. Lo hacemos en torno a la idea de ir construyendo además de un sonido, un discurso propio, un decir, que sincere y nos sorprenda en principio, también, a nosotros mismos.

– ¿Cuál es su canción favorita para interpretar?

Renzo: Canciones que me encantan tocar por cómo quedaron los arreglos y lo que dice la letra son ‘La niña’, ‘Juan de regreso’ y ‘a mi compañera’.

Rocío: coincido con los que nombró Renzo. Las dos últimas son canciones de mi viejo reversionadas, disfrutamos mucho tocarlas. Con ‘La niña’ tengo un vínculo muy fuerte desde el primer momento, se la escuché a la enorme Volonté y me puse a llorar; sentí que era una letra que identificaba ese momento de mi vida y cantarla me conecta con aquello que viví y por lo que muchas mujeres pasan también.

– ¿Cómo fue participar en el homenaje a Hamlet Lima Quintana?

Renzo: cuando Silvia Majul nos avisa que grabemos para participar en el disco fue una alegría enorme sobre todo por poder homenajear a este gran poeta y compositor. Ni hablar de que en el disco están Rally Barrionuevo, Víctor Heredia, Teresa Parodi, Los Copla y un montón de grosos…

Rocío: Resulta que Felipe Lima nos escucha por Instagram. Nosotros estábamos haciendo el candombe ‘Míreme pasar Compadre’ y hablando con Silvia deciden invitarnos a ser parte. Fue imposible no emocionarse. Hamlet Lima Quintana iba a mi casa, nos cuidaba a mi hermanito y a mi mientras mi viejo hacia el asado. Fue mágico poder conectar ahora desde su legado. Y ni hablar de los grosos que participan en el álbum. No lo podíamos creer, estar en un disco con tantos referentes importantes de nuestra música, nos llenó de orgullo y emoción. Claramente es un privilegio, un sueño cumplido.

– ¿Cuáles son sus planes a futuro?

Renzo: Tocar y tocar. Además, seguir aprendiendo, creciendo hacia adentro, para poder sostener esta pasión que nos une y compartirla. Tener una buena raíz, unos buenos cimientos. En este momento estamos grabando, así que esperamos en un futuro cercano poder contar con ese material para comenzar a movernos más.

Rocío: Creo que nuestro éxito va a ser seguir haciendo lo que amamos y hallar los modos para solventarlo. Obviamente, como cualquier laburo, si se convierte en algo redituable es mejor, si la gente decide escucharnos siempre es mejor. Pero siempre manteniendo el centro, haciendo lo que nos gusta, lo que pensamos, defendiendo aquello en lo que creemos. Este es nuestro fueguito, el que nos moviliza, nos permite sentir. Cuidarlo para que no se apague.