La exposición, que coincidió con el aniversario número 12 de La Casa de la Cultura, presentó una selección cuidadosa de las obras más destacadas de Giorgis. La colaboración de su familia, especialmente su hija Julia, fue fundamental para reunir material de archivo y colecciones personales, junto con obras prestadas de otros coleccionistas y propietarios.

La muestra no sólo celebró la vida y obra de Giorgis, sino que también destacó la colaboración artística con Rive Fischman, artista local nacida en 1937 en Río Cuarto, cuya obra también se exhibió en la Sala del Tesoro. En 1998, Giorgis junto con Fischman fundaron un taller de arte en la ciudad donde realizaban distintas actividades culturales y exposiciones de libros.

Giorgis dedicó su vida a las artes plásticas, estudió en la Escuela provincial de Bellas Artes Figueroa Alcorta y se recibió como Profesor en Bellas Artes. Dejó un legado de 24 exposiciones individuales y 53 exposiciones colectivas, colaborando con colegas destacados como Omar Palacio y Juan Longhini. Pintor, grabador y dibujante, a lo largo de su vida, Giorgios participó en numerosos museos como Museo Caraffa en Córdoba, la Secretaría de Cultura de Villa General Belgrano y el Centro Cultural Villa Mercedes en San Luis.

La velada estuvo marcada por la presencia de ex alumnos, familiares y colegas, ni la lluvia impidió que acudieran a la cita. Los visitantes también tuvieron la oportunidad de explorar la trayectoria del artista a través de códigos QR que dirigían a la página de Instagram @giorgiscarlospintor, donde se compartían detalles sobre su obra y su relación con figuras internacionales como Ingmar Bergman.

El recorrido profesional de Giorgis está marcado por una serie de logros y reconocimientos incluyendo una versatilidad en técnicas y materiales, desde acrílico sobre madera, acrílico y carbón sobre papel, collage sobre tela, y pintura sintética. Sus obras exploran temas como la figura femenina, el cuerpo humano, juego de colores, ilustraciones y la figura de Freud como elemento recurrente.

Una vitrina en la sala mostró objetos personales de Giorgis, como acuarelas, pinceles y otros utensilios utilizados en su proceso creativo, mientras que las paredes estaban decoradas con notas de periódicos antiguos que reflejaban su filosofía artística.

La exposición atrajo a un público diverso, desde niños hasta adultos, dos fotógrafos documentaron cada detalle de la velada, capturando la esencia y el ambiente del homenaje.

El homenaje a Carlos Giorgis no solo fue un tributo a su arte, sino también un testimonio de su impacto en la comunidad artística de Río Cuarto y más allá. Su legado perdurará en cada trazo, en cada obra que sigue inspirando a generaciones futuras a explorar el arte en todas sus manifestaciones.