Por Alberto Sánchez

Acutis, el influencer de Dios

Carlo Acutis falleció en 2006 como consecuencia de una leucemia fulminante. Tenía sólo 15 años. Nacido en Londres en 1991, pero criado en Italia, este joven era considerado un experto en computación; utilizó su talento para diseñar sitios web en su parroquia y escuela, e incluso creó un portal en el que se documentan milagros ocurridos en todo el planeta.

Por eso, no es de extrañar que, poco después de su muerte, empezara a ser conocido como “el influencer de Dios”.

El fallecimiento del papa Francisco obligó a posponer la canonización de Acutis, una decisión a la que algunos jerarcas de la Iglesia han restado importancia.

“Acutis ya es santo [para la gente] y, por lo tanto, para él no hay grandes cambios”, declaró por esos días el arzobispo de Milán, Mario Delpini, en alusión a la veneración que despierta el joven.

Un creyente precoz

A los 7 años, poco después de realizar la primera comunión, Acutis dio muestras de su fuerte devoción religiosa. “Estar unido a Jesús: ese es mi plan de vida”, le dijo a su madre.

Y sus palabras las materializó en hechos. A partir de entonces, intentó asistir diariamente a la misa en la iglesia parroquial que quedaba frente a su escuela primaria en Milán, pues consideraba que era su “autopista al cielo”.

Su ejemplo inspiró a sus padres a retomar la práctica del catolicismo y, según afirma una nota de la Agencia Católica de Noticias, incluso llevó a su niñera hindú a convertirse.

De acuerdo con el testimonio de quienes lo conocieron, Acutis pensaba que la evidencia de los milagros eucarísticos podía servir para convencer a la gente de que Jesús está presente.

Así, durante dos años y medio, estuvo preparando una exposición sobre milagros eucarísticos que fue exhibida por primera vez en 2005 y que, desde entonces, ha sido llevada a miles de parroquias alrededor del mundo.

Poco después trabajó en la página web “La lista de los milagros”, la cual busca documentar cada milagro ocurrido en el planeta y ha sido traducida a varios idiomas.

Cuando supo que perdería la batalla contra su enfermedad, no se molestó. “Estoy contento de morir porque he vivido mi vida sin malgastar ni un solo minuto de ella en cosas que no le gustan a Dios”, expresó, según escribió el cardenal Angelo Comastri, arcipreste emérito de la Basílica de San Pedro, en el prólogo de un libro dedicado al futuro santo.

El uso de las nuevas tecnologías a favor de la difusión del mensaje de Jesús, tal cual señaló la cadena informativa BBC, fue una de las razones por las cuales el fallecido papa Francisco inició su proceso para llevarlo a los altares en 2018, obviando reglas no escritas, como la existencia de familiares directos vivos.

“El mundo digital puede ponerte ante el riesgo del ensimismamiento, del aislamiento o del placer vacío. Pero hay jóvenes que en estos ámbitos son creativos y a veces geniales. Es lo que hacía el joven venerable Carlo Acutis”, escribió en 2019 el inolvidable pontífice argentino.

“Él fue capaz de usar las nuevas técnicas de comunicación para transmitir el Evangelio, para comunicar valores y belleza”, agregó.

Su cuerpo incorrupto fue trasladado a la localidad italiana de Asís un año después de su muerte, y actualmente se encuentra en exhibición completa junto con otras reliquias vinculadas a él en la iglesia Santa María la Mayor.

Por cosas del destino, los restos del pontífice que beatificó al también conocido como el “santo de internet” ya reposan en una basílica romana con el mismo nombre.

A Acutis se le atribuyen las sanaciones milagrosas de un niño brasileño que tenía una enfermedad congénita que le afectaba el páncreas y de una estudiante universitaria costarricense en la ciudad italiana de Florencia, donde estudiaba desde 2018.

Acutis es el primer millennial -una persona nacida entre principios de los 80 y finales de los 90- en ser canonizado por la Iglesia católica.

Tras la muerte de Jorge Bergoglio obligó al Vaticano, como lo señalé antes, a suspender la ceremonia de canonización de Acutis -estaba prevista para el domingo 27 de abril- hasta después de la elección del nuevo líder del catolicismo.

Sin embargo, muchos de los 120.000 fieles que habían confirmado su asistencia para el acto, entre ellos un porcentaje importante de jóvenes en edad escolar, ya se encontraban en Roma o estaban en camino para el momento en que se anunció la postergación.

La canonización del llamado “influencer de Dios” formaba parte de los eventos organizados por el Vaticano para el Jubileo de los Adolescentes, el primer evento dentro del llamado Año Santo dedicado a los chicos y chicas.

En esos primeros días de exequias del pontífice, la presencia de niños, adolescentes y jóvenes fue llamativa en la capital italiana y, sobre todo, en las inmediaciones de la Basílica de San Pedro. Sin duda, la impronta de Francisco ha sido tremenda, cosechando muestras de amor en todo el mundo, salvo en algunos sectores minoritarios y ultra politizados de la Argentina que lo criticaban. 

“La Iglesia es vista como algo antigua por muchos de mis compañeros. Yo soy de los pocos que va a misa en mi parroquia los domingos, pero creo que la decisión de Francisco de canonizar a Carlo ayuda a cambiar eso”, le dijo a BBC Mundo Daniele Mazzanti, un estudiante de 19 años que viajó desde Rocca Priora, localidad cercana a Roma, para despedir al pontífice.

“Estoy sorprendido de ver hoy a tanto joven aquí (en la plaza San Pedro). Estoy seguro de que esto se debe a que venían por lo de Carlo, pero es una grata sorpresa ver que no estoy solo”, agregó.

“A Carlo le gustaban los videojuegos y el deporte como a mí. Me siento identificado con él”, contó Ángelo, alumno italiano de bachillerato que estaba con un grupo de compañeros y su profesor haciendo fila para entrar a la capilla ardiente del fallecido papa.

“Pero ya que no puedo ver el momento en que es convertido oficialmente en un santo, al menos puedo despedirme y agradecerle al responsable: el papa Francisco”, expresó.

Y los no tan jóvenes también querían presenciar la canonización del “santo millennial”.

“Nosotros veníamos por el Jubileo y para ver la canonización de Acutis, porque no todos los días uno puede presenciar algo así, pero ahora tenemos el privilegio de celebrar la vida del papa y de despedirlo”, dijo Deli de Benitez, quien formaba parte de un grupo de peregrinos proveniente de República Dominicana.

El 7 de septiembre de 2025

Finalmente, en su primer Consistorio Ordinario Público para la Canonización de algunos Beatos, el Papa León XIV ha decretado que Acutis y el beato Pier Giorgio Frassati sean canonizados el domingo 7 de septiembre.

Al respecto, la Oficina para las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice dio a conocer que el pasado 13 de junio, a las 9, en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico Vaticano, el Papa León XIV presidió la celebración de la Hora Tercia y el Consistorio Ordinario Público para la Canonización de algunos Beatos.

Como queda dicho, tras el fallecimiento del Papa Francisco, ocurrido el pasado 21 de abril, la fecha de canonización de los dos jóvenes cambió. De hecho, fue Jorge Mario Bergoglio quien anunció la canonización de Acutis y Frassati en la Audiencia general del 20 de noviembre del año pasado, provocando un atronador aplauso en la Plaza de San Pedro ese día.

Para Acutis, beatificado en Asís el 10 de octubre de 2020, la fecha establecida había sido el 27 de abril, segundo domingo de Pascua también conocido como de la Divina Misericordia, en el marco del Jubileo de los Adolescentes. Mientras que Frassati habría sido proclamado santo en el Jubileo dedicado a la Juventud del 28 de julio al 3 de agosto.

Ahora, sin embargo, el anuncio de la fecha, junto a la novedad de la elección simbólica del Papa León XIV de inscribir en el registro de los santos el mismo día a estas dos jóvenes figuras, de épocas diferentes y con experiencias absolutamente distintas pero unidas por un fuerte amor a Cristo y la capacidad de transmitirlo a todos aquellos que tuvieron la oportunidad de cruzar sus caminos.

En el Consistorio, el Papa también ha establecido el domingo 19 de octubre como fecha para la canonización de otros siete beatos. Se trata de los mártires Ignacio Choukrallah Maloyan, arzobispo católico armenio de Mardin, muerto durante el genocidio de 1915 y Pedro To Rot, laico y catequista, asesinado en 1945 por haber continuado su apostolado a pesar de la prohibición impuesta por los japoneses.

Será el primer santo de Papúa Nueva Guinea. Luego Vincenza Maria Poloni, fundadora del Instituto de las Hermanas de la Misericordia de Verona; María del Monte Carmelo Rendiles Martínez, fundadora de la Congregación de las Siervas de Jesús y María Troncatti, monja profesa de la Congregación de las Hijas de María Auxiliadora.

También el 19 de octubre serán canonizados dos laicos: José Gregorio Hernández Cisneros, médico venezolano y miembro de la Orden Franciscana Seglar, conocido como “el médico de los pobres” a quienes brindaba atención e incluso pagaba sus medicinas, y Bartolo Longo, fundador del Santuario de Pompeya, una figura muy querida en Italia, pero también en todo el mundo.