Nota de tapa
“Escuchar y bailar un poquito de salsa todos los días te cura el alma”
Tamara Spernanzoni se formó en la academia Habana Mix, fue parte del staff artístico de Fátima Flórez durante una temporada en Carlos Paz y luego volvió como coreógrafa y bailarina con la obra “Carlota Cachonda”. Hoy, desde Turquía, vive una experiencia internacional que la conecta nuevamente con la danza

Tamara Spernanzoni (29) comenzó a dar sus primeros pasos en la danza a los cinco años. Su mamá, Susana, trabajaba frente al Club San Lorenzo, donde, en aquél entonces, funcionaba la academia Habana Mix. Fue así que, junto a su hermana, Mayra, empezaron a tomar clases allí. Desde ese primer encuentro con el movimiento, la música y la cultura de cada ritmo, su vínculo con la danza no paró de crecer. “Siempre digo que la danza es una parte de mí”, afirma Tamara.
Con el transcurso de los años no sólo fue formándose como bailarina, sino que también construyó lazos sumamente significativos para ella. “Fui afortunada en encontrar un grupo de personas hermosas que me acompañan en este camino, haciéndolo mucho más divertido y apasionante”, expresa con una sonrisa.
– ¿Qué nos podés contar sobre tu formación como bailarina? ¿hubo alguna persona o etapa que marcara un antes y un después?
– En cuanto a mi formación, continué en Habana Mix, de distintas maneras, porque es mi hogar; siempre consideré a Claudio Tuninetti como mi segundo padre; fue una figura fundamental en mi crecimiento tanto personal como profesional. Inclusive mis viejos depositaron plenamente su confianza en él desde que era chica. También fue muy importante Claudia Candellero, a quien tengo el orgullo de llamar amiga.
A lo largo de estos años tuve el placer de formar parte de congresos, competencias, cursos y viajes que me nutrieron como bailarina. Además, conocí a varios referentes de la danza -nacionales e internacionales-, de quienes pude aprender mucho.
Viajar a Italia para tomar clases con Tropical Gem, uno de los mejores grupos de salsa del mundo, fue una de las tantas experiencias que marcó mi carrera. Conocer una de las academias más nombradas en el ambiente, tener clases con todos sus integrantes, bailar frente a ellos y, sobre todo, compartir esto con el grupo que considero mi familia, fue muy enriquecedor.
– ¿Tenés algún referente en el mundo de la danza?
– No tengo referentes puntuales. Me gusta nutrirme de muchos bailarines o artistas, nacionales e internacionales. Considero que todos tienen algo distinto para aportar, que te ayuda a seguir creciendo. Asimismo, trato de participar en la mayor cantidad de talleres posibles -si son de salsa mucho mejor (se ríe)-. Ahora, con las redes sociales es más fácil acceder a muchos bailarines y observar su arte.
– ¿Tenés preferencia por algún ritmo en particular?
– Me gusta bailar todos los estilos. Siempre digo que un bailarín tiene que ser versátil y demostrar que puede adaptarse a todos los ritmos. Por esto, pienso que es importante tomar diferentes clases y conocer un poco de todo. No obstante, mi gran amor son los ritmos latinos, principalmente la salsa. Fue lo primero que aprendí y lo que sigo eligiendo día a día porque es un estilo que me divierte, apasiona y eriza la piel. Escuchar y bailar un poquito de salsa todos los días te cura el alma (sonríe).
– ¿Hay alguna canción que te inspire especialmente a la hora de bailar?
– No soy de “casarme” con una canción en particular, pero si tengo días que escucho la misma playlist reiteradamente. En estos momentos estoy extrañando mucho bailar salsa, así que es lo que más escucho. Ya estoy cansando a mis compañeros (se ríe).
– Nos comentaste que hiciste temporada con Fátima Flórez, ¿qué aprendizajes o vivencias destacás de ese trabajo?
– ¡Si! Trabajé durante la temporada de Carlos Paz 2015/16. Fui parte de la gira nacional de ese año. ¡Que hermosos recuerdos! Fue mi primera experiencia laboral con una figura del espectáculo tan grande como Fátima. Hacíamos doble función por día, de martes a domingo. Todas las salas estaban repletas. Mis compañeros eran todos bailarines con una carrera enorme. Yo era la más chica del grupo, en ese entonces tenía 19 años. Fue una vivencia espectacular, aprendí muchísimo de ellos y de todos los que formaban parte del elenco. Fue un orgullo haber participado en esa obra.
Luego volví a Carlos Paz, como bailarina y coreógrafa, en el año 2022/23 con Carlota Cachonda junto a Diego Torres y un grupo de bailarines de Río Cuarto y Córdoba. Fue muy lindo porque logramos mostrar que los artistas locales tienen un gran potencial y llevamos todo el humor a la villa.
– Actualmente estás en Turquía, ¿qué te motivó a elegir este destino? ¿cómo está siendo la experiencia allá?
– Actualmente estoy en Antalya trabajando para una productora. Es una experiencia totalmente nueva para mí, en un país muy distinto, con un lenguaje y cultura sumamente diferente. Somos un grupo de bailarines, conformado por argentinos y rusos, que brinda shows en diversos hoteles.
Este trabajo, como así también el de Fátima Flórez, se lo tengo que agradecer a mi amiga Ana Izaguirre Iribarne, que siempre confía en mí para todas las oportunidades laborales. Hace varios años que me venía proponiendo este trabajo, y este año dije: ‘¿por qué no?’. No lo pensé mucho y en una semana hice todos los trámites necesarios. Además, y lo más importante, fue que conté con el apoyo total de mi pareja y mi familia, que siempre están impulsándome a experimentar y salir de mi zona de confort. Esto hace que todo sea más fácil.
Antalya será mi hogar por 6 meses. Realmente estoy muy cómoda, entusiasmada y aprovechando para conocer este hermoso país. Obviamente que extraño muchísimo a mi gente, pero estamos siempre comunicados y están viviendo esta experiencia conmigo.
– ¿Cuál es tu visión o meta a largo plazo como bailarina? ¿Algún sueño que quieras compartirnos?
– Particularmente, este viaje también lo hice para reencontrarme con el baile porque me estaba dedicando mucho más a mi profesión como diseñadora gráfica, dejando un poquito de lado la danza y mi trabajo como profesora. La idea, al tomar este trabajo, fue también eso.
Creo que, en este momento, además, estoy disfrutando de nuevo el lado de ser alumna, seguir aprendiendo, yendo a clases y bailando en el escenario. Seguramente volveré a ser docente en algún momento. Me gusta compartir lo que aprendí y voy aprendiendo; ser un impulso para las personas que quieren entrar en este hermoso mundo. Disfruto cada etapa del baile y espero que me siga brindando muchas oportunidades más.
– ¿Qué significado tiene la danza en tu vida?
– ¡Que pregunta tan compleja! La danza es mi vida, crecí con ella; me permitió conocer personas increíbles, muchas que hoy son la familia que elijo. También, gracias a ella, descubrí lugares y países hermosos.
La danza nos une y permite expresar esas cosas que con las palabras a veces no alcanza.
Para cerrar puedo darles este consejo: Si estás feliz, triste, enojado o agobiado, prendé el parlante, poné la música que más te gusta y ¡bailá! Como sea, donde sea y con quién quieras. La danza nos libera y nos hace sentir mucho mejor.
IG: @tamispernanzoni